Gabinete de la piel I / Grafito, lápiz y piel acrílica sobre papel / 21 x 30 cm / 2020

Skin Cabinet I / Graphite, pencil and acrylic skin on paper / 21 x 30 cm / 2020

Gabinete de la piel II / Grafito, lápiz y piel acrílica sobre papel / 21 x 30 cm / 2020

Skin Cabinet II / Graphite, pencil and acrylic skin on paper / 21 x 30 cm / 2020


Gabinete de la piel III / Grafito, lápiz y piel acrílica sobre papel / 21 x 30 cm / 2020

Skin Cabinet III / Graphite, pencil and acrylic skin on paper / 21 x 30 cm / 2020

Gabinete de la piel IV / Grafito, lápiz y piel acrílica sobre papel / 21 x 30 cm / 2020

Skin Cabinet IV / Graphite, pencil and acrylic skin on paper / 21 x 30 cm / 2020

Gabinete de la piel V / Grafito, lápiz, piel acrílica y masking tape sobre papel  / 21 x 30 cm / 2020

Skin Cabinet V / Graphite, pencil, acrylic skin and paper tape on paper / 21 x 30 cm / 2020

Gabinete de la piel VI / Grafito, lápiz, piel acrílica y barniz sobre papel / 21 x 30 cm / 2020

Skin Cabinet VI / Graphite, pencil, acrylic skin and varnish on paper / 21 x 30 cm / 2020

Gabinete de la Piel / Skin Cabinet

Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, Chile / National Museum of Fine Arts in Santiago, Chile 2021 - 22

Gabinete de la Piel / Skin Cabinet

Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, Chile / National Museum of Fine Arts in Santiago, Chile 2021 - 22

Gabinete de la Piel / Skin Cabinet

Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, Chile / National Museum of Fine Arts in Santiago, Chile 2021 - 22


La Muerte y otras Miserias: Reflexiones sobre Nuevas Sustancias de Mariana Najmanovich 
Por Gloria Cortés Aliaga
La presente lectura sobre la exposición La muerte y otras miserias, con la intervención de la joven artista Mariana Najmanovich (Buenos Aires, 1983), se constituye en un ejercicio experimental de trabajo de campo con la colección. Si en la primera versión de esta muestra, las obras y sus narrativas se enfocaban en las condiciones de marginalidad y precarización de la vida en el siglo XIX e inicios del siglo XX, en esta oportunidad Mariana Najmanovich nos propone ampliar el sentimiento de pérdida y desamparo hacia las nociones de lo poshumano en el siglo XXI. Las experimentaciones científicas y genéticas, la inteligencia artificial, la bioética, el nacionalismo, la eugenesia, entre otras cuestiones se asoman aquí en un conjunto de imágenes y soportes que instalan la discusión sobre la necesidad de prolongación del ser más allá de la muerte y el consiguiente concepto de la vida en la ética contemporánea. Aunque la biopolítica –es decir la dominación de la vida humana– puede situarse a partir del siglo XVIII en las nuevas estructuras de gobernabilidad instauradas entonces, es en el siglo XIX donde el poder político y la gestión de la vida, ligado a la economía liberal, se refuerzan y expanden hasta nuestros días en todas las esferas de la vida humana.
Con la serie Nuevas Sustancias, Mariana Najmanovich nos interpela mediante pieles acrílicas, cuerpos deformes, sexualizados, deshumanizados y eliminando todo rastro de identidad. El espacio otrora íntimo de la sala expositiva, se convierte de pronto en un laboratorio clínico, una morgue de cuerpos inertes y vulnerados. El diálogo establecido entre la colección y la producción de la artista, permite entregar así diferentes capas de lecturas y narrativas heterocrónicas (en espacios y tiempos distintos), para acercarnos desde el pasado al presente e intentar proyectar hacia el futuro la dignidad de los cuerpos, la sociedad, la naturaleza y la vida. 

Death and Other Miseries: Insights on New Substances by Mariana Najmanovich
By Gloria Cortés Aliaga
This reading of the exhibition Death and Other Miseries, with the intervention of the young artist Mariana Najmanovich (Buenos Aires, 1983), is an experimental fieldwork exercise with the collection. If in the first version of this exhibition, the artworks and their narratives focused on the conditions of marginality and precariousness of life in the 19th century and the beginning of the 20th century, now Mariana Najmanovich expands on the feeling of loss and helplessness towards notions of 21st -century post-humanity. Scientific and genetic experiments, artificial intelligence, bioethics, nationalism, and eugenics, among other issues, are presented here in a set of images and media, encouraging a discussion on the need to prolong life beyond death and the consequent concept of life in contemporary ethics. Although biopolitics –that is, the domination of human life– can be traced to the 18 th century and its new governability structures, it was in the 19th century that political power and the management of life, in relation to liberal economy, were reinforced and expanded, in all spheres of human life, up to this day. With the New Substances series, Mariana Najmanovich challenges us through acrylic skins and deformed, sexualized, dehumanized bodies, eliminating all traces of identity. The former intimate exhibition space suddenly becomes a clinical laboratory, a morgue of inert and assaulted bodies. The dialogue between the collection and the artist´s production offers us different layers of heterochronic interpretations and narratives (in different spaces and times), so that we may approach the present upon the past, in an attempt to project the dignity of bodies, society, nature and life into the future.

Ideas y preguntas sobre mi proceso de trabajo en las series Nuevas Sustancias, Gabinete de la Piel y Otra Génesis 
(2018-2021) 
La idea de la piel, vinculada a la última serie de mi trabajo, apareció hacia finales del 2017 al revisar imágenes de muñecas de silicona con inteligencia artificial que se utilizan con fines sexuales y/o de compañía. La visualidad de estas muñecas (en sus versiones femeninas y masculinas) coincide con determinados estereotipos físicos que produce la sociedad y que circulan masivamente en redes sociales. Lo que me impactó inicialmente sobre las fotografías y reportajes revisados de este tipo de muñecas, son las traducciones en silicona que hace esta industria sobre la piel humana.
Otras de las escenas que he utilizado para elaborar estos últimos trabajos corresponden a fotografías de cirugías médicas practicadas durante la Guerra Civil Estadounidense y la Gran Guerra. Cuerpos que desafían toda lógica biológica y se mantienen funcionando a partir de injertos extraños que cuelgan conectando distintas zonas de la anatomía humana. Son pieles que parecen querer acomodarse y tratan de encajar con la ayuda de esas primeras intervenciones médicas.
Al ser la piel una capa que envuelve —ya sea muñecas plásticas o víctimas de guerra en su postoperatorio— en ambos casos ésta quiere acercarse a una especie de modelo, posiblemente como reflejo de buena salud y también asociado a los cánones de belleza mediatizados del momento. Pienso en la envoltura de la piel como frontera protectora. La piel que es capaz de recibir placer o dolor en cualquiera de sus partes, siempre potencialmente expuesta. La piel que somatiza. La piel que revela la enfermedad que se desarrolla al interior, como un vehículo o sistema de comunicación interior—exterior. Pienso en la idea de la piel como un soporte capaz de albergar diversas condiciones físicas, psicológicas y culturales: la enfermedad, la soledad y el rechazo o aceptación/conexión social. Como una capa que queda marcada por nuestra relación con un otro/a. 
Mariana Najmanovich

Ideas and questions from my works process in the New Substances, Skin Cabinet and Another Genesis series  
(2018-2021)
The notion of ​​skin, in connection to my last series, came at the end of 2017 while looking at images of AI silicone dolls that are used for sexual and/or companionship purposes. The appearance of these dolls (in their male and female versions) is linked to a certain physical stereotype produced by society that is massively disseminated on social networks. What initially struck me about the photographs and articles on this type of dolls were the silicone translations of human skin carried out by this industry. In the creation of these latest pieces, I also worked with other scenes coming from photographs of medical surgeries performed during the American Civil War and the Great War. Bodies that defy all biological logic and keep functioning on strange hanging grafts that connect different areas of the human anatomy. These are skins that seem to want to accommodate and try to fit together with the aid of those first medical interventions. 
As the skin is a covering layer —whether plastic dolls or war victims in their postoperative period—it wants to arrive at a kind of model, possibly as a reflection of good health but also in relation to current mediatized beauty standards. I consider the covering skin as a protective border. A skin that is capable of receiving pleasure or pain anywhere on its surface, is always potentially exposed. A somatizing skin. A skin that reveals the disease developing inside, as a carrier or an interior-exterior communication system. I consider the idea of ​skin as a medium that can hold various physical, psychological and cultural conditions: illness, loneliness and rejection or acceptance in social relations. Like a layer that bears the mark of our relationship with others.  
Mariana Najmanovich

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